martes, 15 de diciembre de 2009

Again

Según Elisabeth Kübler-Ross, cuando alguien muere o sufrimos una pérdida catastófica pasamos por cinco diferentes etapas de duelo. Pasamos por la negación, porque la pérdida es inaceptable. No podemos imaginar que sea cierto. Nos enojamos con todos, con los supervivientes, con nosotros mismos. Y después... Rogamos, suplicamos. Ofrecemos todo lo que tenemos, ofrecemos nuestra alma y la cambiaríamos por un día más. Cuando la negociación ha fallado y la rabia es demasiada para contenerla, caemos en la depresión. Desesperación.
Hasta que finalmente tenemos que aceptar que hicimos lo que pudimos. Dejamos ir...
Lo dejamos ir y pasamos a la aceptación.


Supongo que el lado positivo es que ya he confirmado del todo que es mi medina. Mi remedio.

Después de realizar la última prueba y comprobar que así era, irónicamente pasé a darme cuenta del poco trabajo que le daría a House. Estaba viendo cómo le entregaba un arma a su obligado paciente sólo para así estar también obligado a resolver el caso, cuando pensé en lo increible de la coincidencia y en la incongruencia de lo de siempre.

Pero de nuevo se vuelve a confirmar:

Escuchar a Meredith Grey en la intro de un nuevo capítulo refleja en apenas unos minutos mi cara y lo que subyace detrás de esta como si de un espejo se tratase. Así que por enésima vez recurrí a esa serie para vaciar mi mente de pensamientos recurrentes, y las apenas 10 líneas arriba escritas aparecieron para retarme a un duelo. Con guantazo incluído, a la vieja escuela.

Y lo curioso es que estaba esperando a que saliese la nueva temporada en TV pero no pude resistirme. Justo hoy.

De nuevo.


Ender

PD: Lo siento.

Tengo que hacerme donante de órganos.
Por si me da por ahí alguna vez.


(Ya caerá un nuevo cuento de todo esto, estoy escribiendo. De nuevo.)

1 comentario:

  1. Siempre me da mucho gusto saber que a alguien más le gusta Grey's Anatomy, tanto como a mí. Y que regresen a las andadas (o sease, la escritura).
    Sea usted bienvenido de nuevo.

    Me inquietó saber que es usted triste, ¿cómo se vive así? Siéndolo y no únicamente estándolo de vez en cuando.

    Un beso inmenso.

    ResponderEliminar