viernes, 24 de abril de 2009

Conciencia


Necesitaba desconectar un poco del mundo. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que visité mi blog, pero desde hace ya casi 2 semanas y media necesitaba alejarme de todas las herramientas "tan maravillosas" que nos hacen estar unidos a todos y todo.

Voy a seguir fuera. Pero por desgracia, vuelvo aquí antes de tiempo... y forzado. Digo forzado porque hay veces en las que o te desahogas o explotas. Los que me conocen saben que prefiero explotar, muy pocos consiguen sacarme las cosas. Reconozco que utilizo esta herramienta para no explotar demasiadas veces, pero lamentablemente cada vez quedan menos personas y cada vez hay más blog.

Al lío, y nunca mejor dicho... porque la idea original de esta entrada viene perfecta.


Ser conscientes de cuanto nos rodea es importante. Lo más importante, ya que la información es poder. Y sólo los poderosos consiguen perdurar.

Las palabras nos rodean, hundiéndonos en mareas de información de las que no somos capaces de escapar. La palabra es posiblemente el arma más peligrosa, citando al grande entre los grandes, y hay que saber utilizarla en beneficio propio lo primero, en beneficio de las personas que nos inportan lo segundo. ¿Es así para todos? Debería serlo.

La demagogia pudre las mentes ávidas. La mentira también la mente que le dio vida. Podemos parecer simples granos de arena en un desierto cegado por el sol, pero junto a nosotros hay más granos que irremediablemente están ahí, escuchándonos. Compartiendo vivencias, compartiendo historias. Compartiendo alegrías... y penas. Podemos parecer minúsculos pero nuestra voz, nuestras palabras, son capaces de crear. Y también de destruir.

Cread, por favor.

Y si destrúis... sed creativos.


Ender


Vuelvo de nuevo por aquí. Supongo que esta entrada puede unirse bastante bien a la de Camino.
Falta gente y hay mucho blog por escribir...
Falta gente y hay mucho blog por escribir...
Falta gente y hay mucho blog por escribir...
Falta gente y hay mucho blog por escribir...
...



<span class=

lunes, 20 de abril de 2009

Salida


Pipipipipipipipipipipipipipipipipipi


- ¿Ya?
- Ya...

Se sentó.

- Siempre pensaste que sería yo.

Cerró los ojos. Suspiró.





- No, siempre supe que serías tú.



Ender

Cerezas

Posted by Picasa


jueves, 16 de abril de 2009

Organizando y rareando

¿Algo raro?

La parte importante es la primera, la de rareando... Me parecía un pelín sosa la entrada (principalmente porque no voy a contar gran cosa...) y buscando buscando encontré una foto que le hice al DNI de mi abuelo. Ojalá esté conmigo tanto tiempo como marca su DNI ^^

A lo que iba!
Este blog ya empieza a tomar cuerpo y una razón de ser. Todo comenzó buscando un lugar en el que escribir y expresar esas cosillas que uno lleva dentro. Ahora, esas cosillas tienen razones, temáticas, razones... Y por todo ello voy a organizar un poco todo en entradas, en función de lo que busque al publicar cada entrada.

Por ahora sólo hay 3...
- Fronteras del Infinito: Todo lo relacionado con el blog. Desde cambios a preguntas sobre mejoras.
- Imaginaciones mías: Historias... simple y llanamente. Muchas tendrás que ver conmigo, otras únicamente serán fruto de mi mente. El nombre no me gusta mucho, ¿me ayudáis?
- Reflexiones: todo aquello que me mueva las neuronas obligándolas a consumir más energía.

¡Pero habrá más!
Una de ellas influida por una artista que conocí recientemente, otra enfocada en videoclips y canciones de grupos que mueven algo dentro de mí (para esta aún no tengo nombre... ¡más ayuda!) y otras que ya iréis descubriendo. ¡Y podéis hasta sugerirme las que queráis!

Así que nada, desde unos días veréis todo algo más organizadito.

Sonrisas para todos

Ender
<span class=

martes, 14 de abril de 2009

Lista de Espera


Finalmente me quedo con lo primero que me hizo pensar esta fotografía (casi hemos coincidido, Calypso) . O mejor dicho hacer esa fotografía, ya que caminando por aquella iglesia parisina fui haciendo fotos a los distintos juegos de luces que encontraba hasta que vi esto. Soy así.

Me llamó la atención primero el sistema que podéis ver. He pasado largos ratos contemplando vidrieras de infinidad de iglesias y catedrales, pero jamás me había planteado si se podían abrir o no, si eran varias piezas o una única... Puede ser que todas sean iguales o la que está reflejada en la imagen sea la única del mundo (mundial) que sea así... Lo importante, vaya, que es me hiciese pensar.

¿Por qué está abierta? ¿Por qué sólo ese trozito? ¿Es una invitación a entrar o a salir?

Sea como fuere, lo que pensé en aquel momento fue en el aunamiento de religiones. Tengo mis ideas (entro a sitios así por el arte, no por lo divino) y en anteriores viajes (ya veréis fotos ^^) me rompieron muchas ideas preconcebidas que existen en el saber común de nuestra cultura. Siempre he pensado que sólo recurrimos a las fuerzas divinas por miedo, anhelando algo y alguien que nos de cobijo en los malos momentos y nos imbuya de energía ante momentos de debilidad y flaqueza. Ya sea bajo una cruz, una luna o el ying-yang.

Se pelean todos por ser tan diferentes y ver qué religión es la verdadera cuando simplemente se usan distintas palabras, en distintos idiomas, para hablar de lo mismo. En lugar de enriquecernos con las experiencias y conocimientos de los xenoconfesos (hoy me dio por inventar palabras, ya veis) formamos discusiones a nivel mundial. Discusiones... en el mejor de los casos.

A ver si este año empiezo y termino un objetivo que me marqué hace mucho tiempo: leerme La Biblia y El Corán. Y eso sólo para empezar ;)


Ender

domingo, 12 de abril de 2009

Knocknock


- ¿Si? ¿Está lloviendo?

El joven no supo bien de qué lugar provenía aquella voz. Evidentemente, alguien había atendido a su llamada tras haber insistido lo que parecieron años, pero ante él la puerta seguía cerrada y sin embargo le estaban viendo.

- Ehrm... no, no. ¿Usted es...?
- Sí. Ya lo sabes.
- Sí, ya... claro... No sé si sería posible qu...
- No. Vete.

Quería verla. ¿Por dónde demonios le estaba observando? tenía que verla, necesitaba verla. Aunque sólo fuese eso. Pasó otro año más. Su voz le hizo volver a la realidad.

- Estás empapado.
- Sí... pero bueno, si es por eso yo antes de entr...
- No vas a entrar, nunca.

Otro año.

- Yo... ah... ¿Qué hice mal? Yo sólo...
- ¿Te caíste al canal? No puede ser.
- No, no, no, de verdad. Vine en barca. Era un poco inestable pero... Mira, ¿por qué no sales ya que no me dejas entrar?

Silencio.

¿Dudas?

Otro año.

- Vete.

Exhaló el aire que fue acumulando mientras esperaba la respuesta. No creía que fuese a escuchar un "sí", pero lo deseaba con todas sus fuerzas. Desconocía qué estuvo haciendo mal tanto tiempo. Dando la espalda a la puerta miró en su bolsillo izquierdo y rebuscó entre sus recuerdos. Como no tenía otro elemento al que atribuir la voz, volvió a enfrentarse a la puerta.

- Tú no eras así. Antes al menos...
- No me gusta repetirme. Vete, déjame en paz.

Silencio.

- Me voy, no pienso perder más tiempo contigo. Puedes quedarte lo que quieras delante de la puerta, pero la lluvia te seguirá empapando y no saldré a por ti cuando no puedas ni moverte por el fr...
- ¡¡¡QUE NO ESTÁ LLOVIENDO, JODER!!! ¡DEJA DE REÍRTE DE MI!

Puñetazo en la puerta. Varias gotas mojaron la madera. Resbalaron.

-¿Entonces?

Sonrisa amarga.

Una manga empapada trata de secar una mejilla empapada por unos ojos que no pueden dejar de empapar.

Por muchos años, además.


Ender
(A ver si adivinas esta, listilla)



Fotografía: Brujas, Bélgica.


<<span class=

jueves, 9 de abril de 2009

Cruce de huellas

"...vivo en la carretera, mirando siempre hacia el sur..." (M. Ríos)

Las carreteras son elementos de unión entre un punto A y otro llamado B. Dichos puntos podrían unirse de infinidad de modos, pero cada uno de nosotros seguimos una carretera, un camino hacia nuestro punto B.

Muchas veces, pese a tener distintos puntos de llegada, varias carreteras de varias personas se cruzan momentaneamente o, incluso, conviven durante varios kilómetros. A priori podemos pensar que somos libres de escoger quién comparte viaje con nosotros y por cuánto tiempo, además. Pero nada más lejos de la realidad: los metros recorridos pesan.

Podemos cambiarnos de carril, podemos incluso reducirlos para así estrechar nuestro espacio vital y lograr por fin continuar el viaje en soledad o en menor multitud. Podemos forzar a que nuestros compañeros cojan una salida hacia una carretera secundaria y alejarlos así de nuestra carretera principal. Una carretera que nos guiará a través de momentos, canciones, experiencias, caídas, algún atasco que otro... e incluso accidentes.

Pero un viaje no es sólo la cantidad de kilómetros que quedan hasta llegar al final. Un viaje, sobre todo, son los kilómetros recorridos que dejamos a nuestra espalda. Esos metros condicionarán muchísima parte del viaje restante, llevándonos algunas a veces a incluso cambiar de carretera o de medio de transporte. Cuando echamos un vistazo para atrás pasan desapercibidas todas las vivencias experimentadas y sufridas, aunque pensemos que somos conscientes de ello. Por más que miremos y nos preguntemos a nosotros mismos por qué hicimos una cosa u otra o por qué tomamos esa decisión y no una diferente sólo veremos, en el mejor de los casos, cómo fue modificada la carretera y así quizás aprender para futuros situaciones semejantes. Sí, quizás.

Hay momentos mágicos en los que una leve nieve recubre todo el camino recorrido. ¡Ay la cantidad de cosas que quedan al descubierto! Vemos el recorrido exacto que dejamos en nuestra carretera, por dónde pasamos, en qué lugar tropezamos e incluso el momento en el que tuvimos que parar un segundo a coger aire. Pero también vemos las huellas de las personas que nos acompañaron. Podemos medir el tiempo y distancia recorrida bajo su compañía, cómo afectó su llegada-partida en nuestra propia huella, si la entorpecieron o por el contrario la hicieron más fuerte y segura.

Mi pregunta es, ¿podemos ayudarnos de eso? Hay veces que por suerte llegó la nieve, miré por encima del hombro y vi mi historia. Estaba mi huella clara en muchos sitios, en otros parecía que no había carriles suficientes para acoger mis "eses" y en otros muchos era tan débil que dudaba si era la mezcla de varias huellas o simplemente la mía había desaparecido.

A mí me gustaba el invierno, pero ya no sé si quiero que nieve más.
Ahora sólo deseo que llegue el verano y escapar.


Ender


La imagen fue sacada en Alcobendas en la última nevada

<span class=

Tortas habiendo pan



Día Multideportivo por la Integración, en Alcobendas. Como parte de la organización dediqué parte del día a pasearme por todas las instalaciones vigilando que todo estuviese en orden. Cámara en ristre, aprovechaba para inmortalizar pequeños momentos que consideraba importantes. A una hora que no recuerdo exactamente, un periodista de Madrid Directo se presenta en la actividad y va pasando de estación en estación.

"Soy de la tele... molo seguro"

Eso debió de pensar cuando sin pedir permiso mandó a sus cámaras meterse dentro de la timbalada organizada por una asociación de la ciudad. Sin pedir permiso también, se dispuso a hacer unas preguntas a varios artistas de la percusión. Y sin pedir permiso de nuevo, mandó parar a todos debido a que "no se grababan bien las respuestas del interesado"

Me quejo... y no me quejo. Mi objetivo era señalar que esta actividad que debería ocupar espacios y minutos en la actualidad del día a día de España, y como ésta muchas más a lo largo de la geografía cañí, me atrevería a asegurar que únicamente llenó a lo sumo 5 minutos del programa que se desplazó hasta allí.

¿Poco?
Mejor que nada... Mejor que 3 horas de la novia del electricista de la peluquera que corta las patillas al torero nuevo novio de la cantante hija de la bailaora que una vez gritó "olé"mientras su marido volaba a una isla paradisiaca de la mano de la juland...

¿Por dónde iba?
Ah, sí... Que mucha torta cuando hay pan de sobra.


Ender


<span class=