viernes, 18 de marzo de 2011

Amarillo Ciego

Aunque sólo es un color, el amarillo puede representarse de múltiples formas en nuestro entorno. Si fuera un pinchazo, sería breve pero profundo. Si fuese un beso éste sería de apenas unos segundos, pero verdaderamente intenso, como una explosión de pasión desconcertante. Una lancha fueraborda, rápida y directa; un guepardo veloz y mortal. Un grito extraño durante una siesta, un joven e inmaduro árbol en un bosque de espesas secuoyas. Un chiste inesperado en una triste tarde, tu postre favorito hecho por tu abuela. Un rayo en una tormenta.

El amarillo nos rodea, cuando falta es cuando su ausencia nos hace ver que una vida de grises y marrones no nos invita a despertarnos al día siguiente. Pero una carcajada amarilla entre esas nubes pardas es la base de un sano pasar a lo largo de los años.

Ender